Pastillas tranquilizantes para viajar en avión y superar el miedo a volar
Para las personas que experimentan miedo a volar, el escenario ideal a menudo implica abordar un avión y tomar una pastilla para quedarse dormido y despertar después de aterrizar. Si bien existen varios medicamentos disponibles para ayudar a aliviar la ansiedad y promover el sueño durante los vuelos, es importante tener en cuenta que solo deben tomarse bajo la supervisión de un profesional médico.
En este artículo, entrevistamos al Dr. Harry Campos Cervera, psiquiatra y miembro activo de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), para arrojar luz sobre los medicamentos más comúnmente utilizados, las dosis y las precauciones a considerar.
Miedo a volar: ¿Qué medicación se recomienda?
El Dr. Harry Campos Cervera explica que el medicamento más comúnmente utilizado para este propósito son las benzodiacepinas, una clase de tranquilizantes altamente efectivos. La duración de sus efectos varía, algunos tienen una duración de 24 horas y otros de 8 horas. Las benzodiacepinas más recetadas para el miedo a volar son el clonazepam y el alprazolam. El objetivo de recetar estos medicamentos es reducir la ansiedad asociada con volar. Sin embargo, es crucial analizar cada caso individualmente, ya que las personas que están acostumbradas a tomar este tipo de medicamentos pueden desarrollar tolerancia y requerir dosis más altas.
Aerofobia: Definición y síntomas
Para las personas que realizan vuelos de larga distancia, el Dr. Campos Cervera recomienda el uso de melatonina, un suplemento que puede ser comprado sin receta médica. Por ejemplo, si alguien vuela a China, puede comenzar a tomar melatonina a la hora de acostarse que corresponda al huso horario de destino una semana antes del vuelo. Este enfoque ayuda al reloj interno del cuerpo a adaptarse gradualmente al nuevo huso horario.
¿Cuándo se recomienda tomar la medicación: días antes, el mismo día o justo antes de abordar?
Tomar la medicación media hora antes de abordar el avión el mismo día es suficiente. Es esencial recordar no tomarla de manera crónica, ya que la tolerancia al medicamento puede desarrollarse en una semana.
Estadísticas que confirman la seguridad de los viajes aéreos
Algunas personas se quejan de no poder dormir durante los vuelos. ¿Existen medicamentos que puedan ayudar a inducir el sueño?
Existen medicamentos específicos, como el zolpidem, que pueden inducir el sueño. Este medicamento actúa como un «sedante» para la corteza cerebral, donde residen nuestras funciones cognitivas. Como resultado, las personas pueden experimentar automatismos motores, como levantarse en el avión, buscar comida o incluso entablar conversaciones sin recordar nada después.
Condiciones de salud crónicas o interacciones con otros medicamentos
Afortunadamente, hay interacciones mínimas entre las condiciones de salud crónicas, otros medicamentos y los medicamentos recomendados para la ansiedad. Es importante que un profesional médico recete la dosis mínima efectiva para reducir la ansiedad y mejorar la calidad del vuelo.
Turbulencias: El mayor temor de los aerofóbicos
¿Qué sucede cuando las personas mezclan medicación con alcohol?
El alcohol potencia los efectos de los tranquilizantes. Por lo tanto, si se consume alcohol mientras se toma un ansiolítico, el efecto puede duplicarse. Es importante tener en cuenta que, si bien se acepta tomar una dosis de ansiolíticos junto con una bebida alcohólica durante el vuelo, no se debe exceder esta cantidad ni tomar más medicación de la indicada por el médico.
En resumen, ¿es la medicación la solución para los aerofóbicos?
El Dr. Campos Cervera enfatiza que lo más importante para las personas que tienen miedo a volar y aún eligen volar es identificar la raíz del miedo. Cada persona tiene fantasías específicas que pueden abordarse a través de la psicoterapia para desmantelar el comportamiento asociado. Si bien los medicamentos pueden brindar alivio temporal, una terapia específica o psicológica es fundamental para una resolución a largo plazo.
*El Dr. Harry Campos Cervera es psiquiatra de la Universidad de Buenos Aires y tiene un Máster en Psiconeuroinmunoendocrinología de la Universidad de Favaloro.
